
Caminos
Cuando el campo se transforma en caminos y calles, estos no solo nos alejan de la serenidad natural, también nos ofrecen un dinamismo lleno de vida y actividad. Por ellos desfilan gentes y máquinas, creando paisajes que reflejan nuestras experiencias, sueños y temores. En este cruce de lo cotidiano, los caminos se convierten en el lienzo mancomunado de las ilusiones, desastres, recuerdos y fantasías de quien los transitan. En cada paso, en cada recorrido, se entrelazan las historias de lo que somos, capturando la esencia de nuestras vidas en un espacio que también resuena con la nostalgia de lo perdido. En este ir y venir, descubrimos la belleza de lo efímero y la magia de las conexiones humanas presentes y pasadas.